En el vasto territorio del Imperio Jiang, la cultura del arte de la espada se ha transmitido durante milenios, y todos los ciudadanos se enorgullecen de practicarla. Sin embargo, muy pocos logran alcanzar el nivel supremo, el «Reino del Dios de la Espada». Hace más de una década, el Dios de la Espada Wuji, que estaba en la cima de su carrera, fue gravemente herido por el Dios de la Espada Changsheng y desde entonces se retiró a vivir en las montañas, alejado del mundo. Ahora, el único discípulo del Dios de la Espada Wuji, Zhan Yibai, ha alcanzado la mayoría de edad y ha llegado el momento acordado entre maestro y discípulo para salir al mundo a adquirir experiencia. Antes de partir, con el fin de mejorar la capacidad de Zhan Yibai para defenderse, el Dios de la Espada Wuji le regaló su espada personal y le pidió que creciera lo más rápido posible hasta alcanzar el estado de Dios de la Espada. Zhan Yibai, recién llegado al mundo secular, conoce sucesivamente a la princesa de la dinastía Jiang Mingyue y al segundo hijo del rey de Zhennan, Li Kuang, entre otros. Para crecer lo más rápido posible, él y sus compañeros participan en la prueba de las «ruinas de la antigua dinastía» y comienzan un viaje extraordinario.